Fin del descanso (30/12/09)

- Vale, vale... yo no me meto...

-Metete todo lo que quieras, Basile. Agradezco que te metas-digo, frotándome la frente.- Simplemente no puedo hacerme con la responsabilidad de dejar suelto a un asesino. No puedo.

- Bueno, pero tampoco estás a gusto con lo que hiciste.

-No...

- Bueno, pues eso... cuando algo no me justa, actúo... pero no me hagas caso, mira donde estoy.

-De todas formas... dudo que siga vivo...

- No sé, no han enviado invitaciones.

-... ¿Invitaciones?

- A su ejecución.

-Espera... ¿lo van a ejecutar en público?

- Sí, creo que es como lo hacen normalmente.

...
-Y si te invitan... habrá que ir... para demostrar que no estas de parte de los Sabbats...-Digo, haciendo figuraciones. Una invitación... no es algo que se pueda rechazar. La camarilla odia al Sabbat... ¿qué motivo habría para no ir?.- Pero aunque por algún milagro lograra convencer al Príncipe, ¿dónde voy a meterlo? Aquí no, desde luego. Tú no estuviste en la exposición, no lo viste, pero Arnold encañono a Claire, Basile. Y va a ser una de las cosas en las que no me va a ayudar Curtis.

- Elucubras demasiado para "no estar planteándotelo realmente" ¿no crees?

... Tiene razón...

-No debería hacerlo. Y no solo porque sea imposible.

- Si no deberías ¿por qué te preocupas tanto?

-Porque... salí viva de aquel sitio por él. Al menos me hubiese gustado... que tuviera una muerte rápida... a fin de cuentas él ya sabía que si debía disparar, iba a hacerlo.

- Aún te sientes mal por lo quie hiciste... no intentes convencerte de que estuvo bien si no puedes convencerte a tu misma.

-¡Claro qué no me parece bien lo que hice! No intento de convencerme, ¿por qué te crees que dije que "hubiera preferido ser la de las garras"?

- Pues o lo aceptas y dejas de torturarte, o haces lo posible al respecto. No hay más caminos.

-¡Puedo aceptarlo! ¡Pero eso no significa que me vaya a sentir bien!

- Oye, no te enfades conmigo, si te sientes mal... no sé, chica, no es mi culpa.

Tiene razón. Basile no tiene la culpa.

-Lo sé.... perdona que me ponga así...-Me llevo los dedos a los párpados- pero la verdad, hasta ahora no he hablado de esto con nadie... y menos sin que me juzguen. De todas formas... en mi vida he tenido que aceptar demasiadas cosas que no me han gustado... supongo que más tarde o más temprano tenía que salir por algún sitio...

- Bueno, pues relájate, sólo soy un pobre siervo encarcelado - dice con fingida voz lastimera.

-Ooo, pobrecito, y yo que creía que eras un tipo duro, Basile... que engañada me tenías.-Digo con sorna, también fingida. Se nota que estoy de broma.

- Gracias por acompañarme, Berenice. - dice Basile con sinceridad.