Fin del descanso (30/12/09)

Pongo las manos a ambos lados de su cabeza, para que me mire.

-Padre, mirame... por favor... tienes que calmarte.

Esto es malo.

-Él no es el enemigo, padre... recuerda que no me mató, y que ella está segura... Mirame, no te dejes llevar...

- Está bien.... está bien, chiquillo... - dice al fin, calmándose - Tienes razón. Tú estás aquí.

Ay...

-Lo primero, no vuelvas a mentirme. Nunca. Odio las mentiras, ¿de acuerdo? Y segundo. No es que te "quiera" muerto. Le da igual, pero debido a tu procedencia, puedes ser una molestia más que otra cosa. Incluso sin esas, si no te ve utilidad, tampoco ve motivo para dejarte vivir. ¿Recuerdas lo que te he dicho sobre que "te pueden hacer la puñeta"? Qué no se dejen llevar por la Bestia no quiere decir que sean hermanitas de la caridad. Como te he puesto bajo mi... "jurisdicción", por decirlo de alguna manera, cualquier problema que des me lo como yo, así que esa molestia desaparece. Y como yo te he dado una utilidad, me lo permite, ten en cuenta que sigo en su territorio. Sin embargo, tengo que cumplir una serie de exigencias respecto a ti.-Frunzo el ceño.- ¿Es esa la verdad? Si no soy capaz de confiar en ti, cada vez que no estes en mi presencia te quedarás en las jaulas. Te lo repito por enesima vez. No soy tu enemiga. Por otra parte, vamos a estar mucho tiempo juntos, no quiero que tengamos tan mala relación. Pero te lo advierto, niño, si me pones las cosas difíciles yo las haré difíciles. Quiero que vivas, pero no es sencillo, para que encima me compliques las cosas.

-Ufff...

Suspiro, aliviado.

-... Me has asustado -digo, calmándome yo también-. Sé que es duro, pero pronto la cosa se calmará.

Le miro.

-¿Estás bien?

- Te lo juro... puedes confiar en mí... es que.. estoy asustado... nada más... seré un buen chico - casi se le olvida - Señora.

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- Sí, sólo me siento... No importa, lo que importa es que estás aquí, y bien.

Sonrio un poco.

-... Está bien...

Pongo una mano en su hombro.

-Llamaré a Alan... para que te pase a Claire -añado, sacando el movil.

Joder... esto va a poder conmigo... Me acerco a él, despacio, pero en vez de sentarme a su lado me acuclillo un poco, para quedarme a su altura, y le cojo de la barbilla, suavemente, para que me mire a los ojos. Recuerdo haber hecho alguna vez esto con alguno de los niños de la banda.

-No tengas miedo de mi. Soy tu señora, lo que quiere decir que soy yo la que ha de preocuparse por los dos, ¿de acuerdo?.-mis palabras son más suaves.- Quiero que tú también confies en mí, de la manera que quiero confiar en tí. Y mientras seas un buen chico, yo seré una buena señora, ¿entendido?-Añado, para que entienda que, sin motivos no le castigaré, pero con ellos...

- Dejalo... no querrá hablar...

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- De acuerdo, señora.

//perc+emp//

El miembro 'Berenice' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' : 2, 3, 8, 9

Me quedo unos segundos con el teléfono en la mano... Antón me preocupa.

-¿Organizo una reunión?

- ¿Crees que accederá?

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Está confuso y atribulado.

-Alan tiene algo de humano... no es mucho, pero al menos se puede hablar con él.

Pulso su número tecla a tecla.

-No perdemos nada intentándolo.

-Vamos...-digo, con una sonrisa en los labios.- No estes tan nervioso niño, no hay necesidad. ¿Acaso no recuerdas quién estuvo a tu lado cuando estabas estacado? ¿O lo que arriesgué para tratar de conseguir que no te mataran? No soy tú enemiga, y la confianza ha de ser mutua- Hay que tranquilizarlo. Si lo ve otro Vástago tan nervioso podría preguntar por qué... y... no quiero que esté así. Además, es cierto que quiero confiar... a fin de cuentas le voy a confiar mi espalda.

Antón no responde, te deja hacer.

- ¿Qué coño quieres, Camarilla? - saluda Alan.

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- Lo sé, señora, y se lo agradezco.

Me incorporo y le doy una leve palmada en la espalda.

-Entonces animate. Empezar es lo difícil, y si se tiene paciencia se puede hacer mucho.

Tomo aire antes de hablar con él.

-... Buenas noches Alan... -digo, con calma-... Verás, llamaba para saber cómo está Claire. Saberlo tranquilizaría a mi señor... está preocupado.

Suspiro.

-A Antón le gustaría verla. Berenice nos ha dicho que no somos muy bienvenidos... Tal vez se podría pensar en algo para que pudiesen verse...

- Gracias, señora.

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- Claire está bien, conmigo, ahora, y claro, como estoy en deuda con vosotros no voy a negaros... Ah, no, espera, sois vosotros los que me debéis mucho ¿no?

-Entonces será mejor que continuemos, ¿no te parece?

Sabía que iría por ahí.

-... Alan, por favor... -digo, admitiendolo, con voz dejada-. No te estoy hablando como Camarilla... Claire es alguien importante para nosotros, no tiene que ver con...

Me detengo un momento... piensa Curtis... Sé diplomático.

-... Alan, sé que haces lo mejor para los tuyos, que te comportas así porque muchos dependen de tus decisiones como lider... pero esto no tiene que ver con diferencias entre Camarillas y Anarquistas...

Me agarro el puente de la nariz.

-... Esperaba que pudiera enterrarse el hacha al menos cuando se trate de ella... Y hablar tranquilamente.

Él asiente, prestándote toda la atención que puede.

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- Mira, Camarilla - recalca -. Mientras tú y los tuyos sigáis jodiendonos, no hay tregua ni perdón. A veces, un atisbo de compasión, y gracias; pero no me vengas a joder diciendo que te permita ver a la chica (esa que he acogido para que los tuyos no se cargaran) y que durante ese tiempo nos llevemos bien, para que mañana alguno de tus compañeros le raje el cuello a uno de mis chicos. No te pases de listo, pedís tregua para lo que os interesa, y bastante manga ancha estoy teniendo ya, tú menos que nadie tienes derecho a pedir nada ¿Estamos?

-La siguiente tradición es la de la progenie. No se puede abrazar a nadie sin permiso... bajo pena de terminar muerto tú y tu chiquillo. Tú no tienes ese permiso, es más, tengo mis dudas sobre si habrá algún caitiff que lo tenga... sea como sea, es del tipo de locura del que no te puedo salvar. No se te ocurra, y si se te pasa aunque sea fugazmente por la cabeza piensa en lo que hay escrito de vampiros expuestos al sol.

No dejaré que el orgullo me domine.

-... Alan... No te estoy pidiendo que seamos amigos, dudo que podamos serlo alguna vez... No voy a negar nada de lo que dices... pero...

Trago saliva.

-Ponte en nuestro lugar, Alan. ¿Te imaginas lo que supone tener que alejar a alguien cercano para que viva?... No es fácil.

Joder...

-Sólo quiere verla... Algo habrá que se pueda hacer...

- Tampoco sabría cómo hacerlo...

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- Espera - se separa del auricular - Tu ex-señor quiere verte ¿Tú quieres?... ¿Segura?... No tienes porqué, encanto... Vale- vuelve contigo - De acuerdo, veniros al descampado, al final de la calle del bar. Y sin trucos, Camarillas. Así aprovecho para hablar con vosotros...

Asiento, como si pudiese verme a través del teléfono.

-Tardaremos poco...

Hablar con nosotros... No puede ser bueno.

-Gracias, Alan.