Sesenta y un días después (16/01/10)

Despierto una noche más.

Ella sigue a tu lado, durmiendo, con la mano en tu pelo.

Sonrio. Paso la punta de mis dedos suavemente por su cuello, bajando por sus pechos, su vientre y sus caderas... Escucho atentamente su corazón, para asegurarme de que está bien.

No hay irregularidades, simplemente duerme.

Intento despertarla, con caricias, y besos a la altura del cuello.

Ella se mueve un poco, y se ríe, aún sin abrir los ojos.

- Me haces cosquillas...

Sigo un poco más, por el mero hecho de hacerle cosquillas.

-Buenas noches cariño. -la beso en la boca-... Hoy hace dos meses que nos conocimos.

- Dios... ¿Cómo pude vivir tanto tiempo sin ti?

Rio un poco, y la envuelvo con mis brazos, para después colocarla tumbada sobre mi.

-Y vivirás mucho más... -la beso-... Ya me ocuparé yo.

Acaricio su espalda con la punta de los dedos.

-¿Cómo te ha ido durante el día?

- He estado componiendo ¿Quieres oírlo?

Sonrio... me alegra ver que está animada.

-Por supuesto.

Ella toca para tí, es una pieza corta, o unos poco movimientos incompletos, no estás seguro, aún no eres ducto en las artes musicales.

- No estaba muy inspirada - dice cuando termina, con una sonrisa, encantadoramente vergonzosa.

El miembro 'Curtis Miller' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' : 7, 5, 7, 7, 7

La pieza te sale perfecta, aunque es algo complicadilla.

- ¡Es maravilloso, cariño! ¡Ya eres todo un violinista!

Rio un poco, contento.

-Qué va, nena... la suerte del principiante. Me pones delante de alguien y soy capaz de partir el mastil por la tensión.

Dejo el violín a un lado.

-Tengo una profesora estupenda ¿no?

- ¿Tú crees? - pregunta, coqueta.

Sonrio, acercándome a ella, poniendome a su espalda mientras hablo.

-... Ya lo creo... y atractiva... y lista... y sabrosa...

Lo digo pasando mis manos por sus caderas, y subiendo hacia sus pechos.

-No debería hacer estas cosas con mi profesora, ¿no? -la beso a la altura del cuello, jugando un poco con ella.

- Mmm... de algún modo debes pagarme las clases, chico malo...

-Puede ser... pero te estás volviendo un poco... avariciosa.

Inspiro su olor a lo largo del cuello... una de mis manos desciende cada vez más por su vientre. Mis colmillos se extienden despacio mientras hablo.

-De momento aquí tienes un pequeño anticipo...

Clavo mis colmillos en su piel, y mientras bebo lentamente y teniendo en cuenta los límites, a la vez que mis manos alimentan la sensación.

- Sigue... sigue... - gime de placer rozándose contigo.

Sólo sigo un poco más, sin llegar al punto de mermar sus fuerzas o agotarla... Pero bebo lentamente, procurando alargarlo para a la vez hacerla sentirse bien. Lamo la herida sin dejar de acariciarla.

-... ¿Mejor? -susurro a su oido.

- ... Gracias.... - dice entrecortadamente, acalorada.

Beso su cuello, y poco a poco dejo de acariciarla.

-¿Estas bien?

Ella se acurruca en ti.

- Como siempre que estás conmigo... feliz.