Regreso 22/01/10

Bajo la cabeza.

-... No lo sé... Supongo que depende de la suerte.

Esto es deprimente... muy deprimente.

-... Quizá... nos estemos quedando solos poco a poco.

-¿Pero y si le ha pasado algo? Él sabía que ese número era la única manera de contactar con él, y me dijo que si pasaba algo llamase. No tiene sentido.

La miro.

-... ¿Y qué hacemos? ¿Mmmh? No sabemos donde coño está, o si está muerto, o... Dios sabrá. Quebrarnos la cabeza ahora no sirve de nada.

-No, pero buscar soluciones sí, ¿no? Tiene que haber alguna manera...

Detesto tener que decir esto.

-... No puedo hacer nada...

Cierro los ojos, maldita sea... ¿Tan mal acabó Carlo? ¿Tanto que no le queda ni un amigo después de haber muerto? Intento pensar... pero...

Joder, la única que se me ocurre es aquella en quien no puedo confiar.

-... Pide ayuda a un ghoul... padre debía tener una agenda o algo, con algunos contactos de utilidad. Algo que nos sirva.

-Bueno... no te lo tomes a mal, pero eran sus contactos. Nos van a tomar por el pito del sereno. ¿No sabes tú de alguien? Quiero decir... estuviste más tiempo con él...-bajo un poco la mirada, sin saber como suavizar el tema. Su muerte está demasiado reciente.

Bajo la cabeza.

-Curtis, no... no puedo hacerlo. No hay manera de saber hasta que punto son fiables. Perdimos mucho más ese día de lo que piensas... y tú no sabes como me miraron en el eliseo. Me quieren fuera. Si se enteran de que estoy buscando a Basile, podrían tratar de rastrearlo para capturarlo y chantajearme. Es un palo a ciegas que no nos podemos permitir.-Maldita sea...- Ojala pudieramos mandar a alguien a buscarlo...

... No tengo opción...

-... Hablaré con alguien. Peligrosa, pero al menos ya tengo la certeza de que si le favorece, ayudará.

No sé qué puede sacar nadie de beneficio en buscar a Basile, pero asiento.

-Está bien. Buena suerte.

... Si me puede ayudar con Basile vale... pero principalmente la necesito para hablar asuntos... podría decirse de estado.

Llamo a Melissa.

- ontacta directamente con el despacho ¿Qué desea? - responde su ghoul enseguida.

... De acuerdo.

Hablo con convicción y seriedad. Es hora de dejar el abatimiento. Ni Emile, ni Basile ni Berenice ganan nada con mis penas.

-Necesito concertar una cita cuanto antes con la dama Melissa. Mi nombre es Curtis Miller.

- Un momento, por favor - te pone un hilo musical durante al menos un minuto -. Podría hacer un hueco para dentro de quince días. ¿Puede decirme el motivo de su visita, señor Miller?

¿Será posible?

-... Dígale que dentro de quince días podríamos estar todos tan muertos como el señor Antón, incluida ella y la mitad de la población vampírica de París, pero que de todas formas gracias por la consideración de atenderme. No molestaré más.

-... Espere un instante - nueva musiquilla que te pone de los nercios.

- Señor Miller, qué extremista es... ¿qué quiere? - es ella.

- Mmmm... Que sea importante para ti no quiere decir que sea importante para mí.

-Disculpa, pero creo que puedes confiar en mí cuando digo que esto no sólo me incumbe a mí.

Me tomo un segundo. Procuro ser firme, y a la vez diplomático.

-No puedo hablar contigo de esto por teléfono. Por eso pido una reunión. No tardaré más de dos minutos en explicártelo, y si aun así decides no hacerme caso, lo respetaré. Comprendo que tu tiempo es limitado, pero puedes estar segura de que no te llamaría si no se tratase de un tema muy escabroso.

Parece pensarlo.

- Está bien, compañero de clan. Mañana, a las 22:45. Sé puntual

-Así será. Buenas noches.

Cuelgo, y miro a Berenice.

-... Hablaré personalmente con ella, temprano. También le diré lo de Basile.

Frunzo el ceño.

-...¿Es de confianza?

-No -respondo-... Tú no la conoces. Es la única lasombra camarilla de todo París. Al menos estoy seguro de que no puedo confiar en ella.

Frunzo el ceño. Villón me habló de otra lasombra, Melissa.

-... si es Melissa, la conozco de oidas. Y si no te puedes fiar, ¿por qué con ella? Por lo que sé, o saca algo de todo esto o no moverá un dedo, y menos si se ve perjudicada.

Cierro los ojos.

-... Berenice... Sé que va contra todo sentido común, pero a veces para salir a la luz tenemos que arriesgarnos en la sombra, y yo se muy bien cuando se trata de sombras... Confía en mí esta vez.