De regreso a mi "sire" (7/12/09)

Emile se va contigo, enmudecida por toda esta situación.

Cuando ya estamos en el coche, con el chelo en el maletero, yo sentado al volante y Emile a mi lado, apoyo la nuca en el reposacabezas, suspirando y con los ojos cerrados.

-... Dios... Hay esperanza de cura en la casa de los locos... -digo, casi susurrando, pero se me oye.

- Gracias a Dios que la cuerda se soltó... no sé cómo hubiera podido superarlo si...

-Antón cortó la cuerda -digo, simplemente.

- Ya... y tu le has creido... ¡Por Dios, si queria volver a colgarle!

-No Emile. Estuvieron revisándolo, recuerdalo. En un ahorcamiento, no hay lugar para errores si se comprueba antes.

Abro los ojos.

-Quería asegurarse de que ella le quería... o demostrar algo... pero sobre todo probar si confiaba en él... Por suerte he pasado esta prueba retorcida.

Enciendo el motor.

-Además... Creeme cuando te digo... que aun queda algo humano en él.


/Una sorpresa, casa de Emile (7/12/2009)/