De regreso a mi "sire" (7/12/09)

- El almacen de comida - te contesta, dandote la espalda.

Joder, ¿están muriendo de hambre?

Me acerco a uno de los ghouls y le doy la llave.

- Gracias, gracias señor - coge la llave y te besa la mano, sumamente agradecido, antes de salir de la estancia casi arrastrándose, dirigiendose a su dueño - Gracias amo magnánimo, gracias señor compasivo...

-Alimentaos bien... -digo, mientras se va. Tenían que estar desesperados.

Cuando nos quedamos solos, me acerco a Antón.

-La clemencia es un rasgo humano... y el agradecimiento también. Un ghoul contento es mejor que diez torturados. Has hecho lo correcto.

Antón lanza una especie de gruñido de descontento, pero parece más fachada que otra cosa, no porque estuviese de acuerdo con la acción, si no porque tú estabas contento con él, y eso le aliviaba.

- Supongo que Emile no ha traido el chelo de adorno... - dice.

Sonrio.

-Emile... Se merece escuchar tu talento. Por favor -le digo, con empatía.

Emile se prepara, y toca una bonita pieza, con maestría. Antón se relaja y disfruta en silencio de la música. Cuando Emile termina, incluso le dedica un pequeño aplauso.

- Me alegra comprobar que conservas tu talento.

Asiento.

-Está más que preparada para volver a la música.

Es evidente en mis ojos, el cariño que muestro hacia Emile, sintiendome orgulloso de ella.

Ella se acerca a ti, y te besa.

Cuando miras a Antón le ves observándoos, su mirada refleja algo parecido al odio por un momento, luego baja la vista y sigue bebiendo de su copa.

Alargo el beso, pero cuando me doy cuenta, Antón nos esta mirando de forma no muy agradable...

Bebo de mi copa.

-Emile, cariño, ¿Podrías ir a una de las habitaciones y esperar allí? Dentro de un momento ire -le digo. Por la forma en que la miro, es evidente que quiero que nos deje solos unos instantes.

Emile no tarda en comprender y obedecer. Antón, por su parte, mantiene la mirada en la copa, sentado en su sillón.

Espero unos segundos, antes de hablar.

-... ¿Puedo preguntar lo que ocurre? -pregunto, sin arrogancia ni ninguna señal negativa.

- No ocurre nada - responde, aunque tampoco hay nada negativo en su voz, quizás solo un rastro algo similar al rencor.

//FdI: tira ast + emp//

.

El miembro 'Curtis Miller' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' : 9, 9, 3

Era algo que sospechaba, pero no que fuese hasta ese extremo.

-... Comprendo...

Envidia y celos.

-... Quiero a Emile, Padre... no es un capricho, ni posesión, nada de eso. No me dí cuenta de cuanto me importaba hasta que estuve a punto de perderla, y no ha sido solo una vez...

- Lo se, por eso evité desangrarla - responde -. No te culpo por sentir lo que sientes. No me culpes tú a mí.

-No te culpo.

Entonces me pongo delante de él.

-... Necesito confiar en tí, como tú lo haces en mí. Prométeme que no le harás nada... que podrás controlarte.

Él te da una cariñosa palmadita en la mejilla.

- Tendrás que ayudarme - dice - pero sí, lo prometo.

Asiento, y sonrio.

Entonces le miro a los ojos... Creo que es un buen momento.

-... Hagamos un pacto.

- ¿Un pacto? - pregunta, entre incrédulo y curioso - Tu dirás, chiquillo.

Saco el cuchillo de mi cuello. Despacio.

-¿Confias en mí?

Un brillo de suspicacia cruza su mirada, junto a un millón de pensamientos, recuerdos, elucubraciones.

- Yo no confío en nadie - reponde, pero, contrarestando sus palabras, se ueda inmóvil, sin reaccionar ante el cuchillo.

Con el filo, hago un corte en mi palma, del que sale una linea de sangre.

-En nuestro mundo, un pacto sólo se sella de una forma.

Le ofrezco el cuchillo, por el mango.

-Imitame.

Él te imita, aunque no parece entusiasmado con la idea.

- ¿Es indispensable?